23 de Marzo de 2011 | Ángela Becerra
Hija del pecado
Nacerá esta semana. A los 37 años, madre primeriza, Marta ha llevado esos nueve meses con impecable sentido de responsabilidad: cortó tabaco y alcohol; siguió los consejos de su ginecóloga y todo ha ido bien.Desde hace unos meses, en su mesita hay una eco-grafía donde aparece, diminuta y bella, Inés, la última imagen que ve antes de apagar la luz. Una copia la lleva en su cartera y la mira a todas horas. Decidió por sí misma que sería madre; vivir ese goce que sólo las mujeres podemos sentir: engendrar un ser humano; dar vida a otra vida.
Sin embargo, sólo por cuestión de días Marta será considerada pecadora y en consecuencia la pequeña Inés hija del pecado, puesto que la Iglesia católica acaba de poner al día su lista de pecados, y entre ellos ha incluido la fecundación asistida. Hace unos años Inés habría sido destinada al limbo, pero en el 2007 quedó fuera de circulación. Así de fácil, pura magia teológica.
Jesús debería iluminar con premura el último reducto del machismo institucional que queda en el mundo libre: la Iglesia católica. Hostigar la voluntad de las mujeres que aprovechan este avance de la ciencia es algo que sólo se puede justificar desde un embriago de naftalina machista.
Soy consciente de que algunos lapidarán este texto acusándolo de laicismo. Y que en otra época, me habrían convertido en churrasco a la parrilla, eso sí, en el nombre de Dios.
Seguro que Marta e Inés serán felices. Con permiso o sin del Vaticano. Eso es lo bueno de la libertad.
http://www.adn.es/blog/angela_becerra/opinion/20110323/POS-0001-Hija-pecado.html
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